El país de las maravillas
El fin de la encrucijada
Por: Mario Morales
No se trata sólo de una respuesta ciudadana a la coyuntura por el escándalo de Agro Ingreso Seguro. Lo inquietante no es únicamente que haya tocado el punto más bajo de favorabilidad en estos siete años. (Gaviria dejó su mandato dos puntos más arriba).
La baja sostenida y creciente (desde la ‘Operación Jaque’ ha disminuido 21 puntos) de la confianza de los colombianos en la gestión del Presidente deja manifiesta la preocupación por la galopante inseguridad, el manejo de la economía, los temas sociales y, por supuesto, la incidencia de la corrupción y la politiquería cuyo manejo consideró desfavorable el 51% (la mitad más uno) de los encuestados.
Ese no es un sentir de noviembre como lo expresa el pesimismo instalado en el imaginario nacional con un 46% desde mayo. Se resume en esa frase, cada vez más frecuente, entre los seguidores del Presidente: “Con Uribe tampoco fue”, cuando miran el ánimo belicoso con Venezuela, la guerra sucia a la Corte Suprema o la ausencia en una audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Por eso no resulta sorpresivo que uno de cada dos colombianos no quiera ver a Uribe en la contienda política. Salvo, claro, para quienes hasta el viernes en Palacio discutían la fecha conveniente para anunciar la intención del Presidente de ir por una nueva reelección.
Si a eso le sumamos los traspiés del referendo que, aún sin firmas completas en el Congreso, se quedó sin tiempo, la encrucijada de Uribe quedó resuelta en los tres escenarios que propuso: la Corte que no alcanzará, la favorabilidad que disminuye y como la voz del pueblo es la voz de Dios...
Sin la ley y sin el apoyo suficiente, el dilema ahora es hasta cuándo sostener el “cañazo” de la reelección para extender la gobernabilidad.
Dura tarea para el sucesor, recomponer la institucionalidad y recuperar la senda de la reconciliación.
Mario Morales