EE.UU no respaldó otro gobierno de Álvaro Uribe
Yesid Quiroga.
La última visita del presidente Uribe a los Estados Unidos dejó un balance amargo entre los uribistas, no sólo porque el presidente Obama manifestó su desacuerdo con una tercera reelección sino porque el TLC continuó estancado.
En su última visita a los Estados Unidos el presidente Uribe encontró en Barack Obama un gran consejero o un médico espiritual que le prescribió una receta infalible contra las encrucijadas del alma.
Barack Obama, Presidente de Estados Unidos, le exclamó a Álvaro Uribe en el momento de su ingreso a uno de los salones de la Casa Blanca: “Ocho Años son suficientes”.
Para Elizabeth Before, analista política, cuando el mandatario norteamericano dice que para Estados Unidos ocho años en la presidencia es suficiente, lo que está diciendo es que es hora de que Uribe se haga a un lado; a este pronunciamiento se suma el ejemplo que puso de George Washington, personaje que tuvo la grandeza de verse perpetuado en el poder pero decidió hacerse a un lado y volver a la vida civil.
Y si ocho años son el top para Obama cuánto más para las 1500 víctimas de falsos positivos, para los 3.800.000 desempleados, los cuatro millones de desplazados y el resto de población que ha soportado recortes presupuestales a salud y educación, privatizaciones, para-política, yidis-política, chuzadas, aumento de impuestos, desmonte de horas extras y dominicales y reuniones con alias Job en la casa de Nariño, entre otras perlas que ni el Job de los altares soportaría. Tal vez por este listado Obama no solo dijo “no más Uribe” sino que mantuvo el TLC en la incertidumbre.
Elizabeth Before, analista Internacionalista, comenta que en el encuentro entre los dos mandatarios lo que quedó claro es que el tratado está en cola, más aún porque este depende de las fuerzas y las prioridades que tenga la agenda legislativa de los Estados Unidos, es decir, lo que diplomáticamente Obama le expresó a Uribe es que ve difícil que se apruebe el TLC con Estados Unidos y sugiere que la aprobación de éste no está en sus manos.
Aunque durante su visita Uribe sancionó una ley para bajar la impunidad en los crímenes contra sindicalistas, Obama le hizo saber que las exigencias en derechos humanos continuarán.
Elizabeth Before manifiesta que cuando el presidente Uribe fue a Canadá luego de que el Congreso colombiano ya hubiera aprobado el TLC con este país y sólo faltaba que lo ratificara el Congreso canadiense éste salió regañado, porque no cabe duda que el talón de Aquiles para el mandatario está en materia de derechos humanos.
Falta ver si las palabras de Obama calan en las carnitas del presidente Uribe y éste decide darle fin al gustico por el poder y permitir la alternancia en un país al que aún le falta mucho para ser realmente democrático.