VIERNES 10 DE JULIO DE 2009 00:00
Una calle a medio construir y un acueducto rural terminado, pero fuera de operación, fueron dos de las perlas que la Contraloría del Tolima encontró, tras procedimiento especial, practicado en el municipio de Rioblanco.
Según Freddy Camacho Díaz, responsable del ente fiscalizador en la región, el primero de los hallazgos correspondió a una vía de la vereda Gaitán donde se invirtieron 38 millones de pesos, a través de un convenio insterinstitucional suscrito entre la Alcaldía y la Junta de Acción Comunal.
El proyecto contemplaba la recuperación de la carpeta asfáltica a lo largo de 180 metros cuadrados, a lo cual no se dio cumplimiento.
"Hay una situación curiosa, una calle por 38 millones de pesos que se hizo sólo por un costado. Ello significa que a pesar de que se invirtieron los recursos quedó pendiente el otro lado de la vía, es decir una semicalle", aseguró Camacho Díaz.
No hubo detrimento
El Contralor Departamental aclaró que, si bien, la vía no fue terminada por completo, los dineros tampoco fueron objeto de algún detrimento, lo que sucedió fue que los cálculos que se trazaron no se ajustaron a las dimensiones de la obra real.
"Al parecer faltaron recursos para terminar lo que se había iniciado, se pensó en tratar de solucionar el problema, pero se le terminó el periodo al señor Alcalde y hasta ahí llegó todo", subrayó el funcionario al expresar que lo que resulta preocupante es que en este tipo de casos, las nuevas administraciones ignoran lo que dejó pendiente por hacer su antecesor y entonces la pregunta es quién y cuándo dará por finalizada la obra.
"A lo mejor cuando se termine le calle, la otra mitad ya está deteriorada", puntualizó.
El acueducto no terminado
Otra de las anormalidades detectadas tuvo que ver con un acueducto rural para la vereda Mi Tolima, iniciativa que se consolidó, también, mediante convenio, esta vez entre el Municipio de Rioblanco en cabeza de Remigio Orlando Oviedo y la Sociedad Tolimense de ingenieros.
"El acueducto se mandó a construir y no funcionaba. Por quejas de la comunidad, la Contraloría hizo presencia y a raíz de ello la Sociedad Tolimense de Ingenieros, en un término de cinco días ejecutó las acciones que hacían falta para poder entregarle el servicio a los campesinos del lugar", precisó Camacho, al tiempo que dijo su despacho estaba listo para proceder a ordenar las responsabilidades fiscales frente al caso.
"Se construyó, pero no se puso a funcionar, mientras la gente necesitaba el agua. Hubo un costo de cien millones de pesos, eso es mucho dinero para municipios que en su mayoría tienen situaciones económicas complejas", añadió el Contralor Departamental.
RIOBLANCO