Uribe y su capricho de seguir en el poder puede conducir al país a un verdadero caos social, pues aun-que algunos colombianos ya se han quitado la venda sobre el tema de la seguridad democrática, la crisis económica, el desempleo creciente, la falta de políticas claras en beneficio del pueblo, las mentiras políticas, sus nexos con los paras y ahora la supuesta finan-ciación por parte de DMG al referendo reeleccionista crean una nueva sombra de incertidumbres a un presidente para quien pedir disculpas cuando es descubierto se convirtió en un verdadero hábito.
Para el Senador Héctor Elí Rojas el presidente anda en campaña, mientras los Uribistas aprueban y respaldan el referendo por encima de toda consideración sin importarle su finan-ciación, se han con-vertido en una mayoría de soberbios que buscan aprobar a toda costa la perma-nencia de Uribe y de la élite económica que lo acompaña en el poder.
Uribe ha señalado como responsable de la crisis social y el desplome de la economía domestica a David Murcia, gerente de DMG, desconociendo olímpicamente las supuestas pruebas de los nexos de sus funcionarios y colaborado-res cercanos con esta comercializadora que logró salpicarlo. Aunque los impulsa-dores hoy del referendo hagan todas las maniobras para crear cortinas de humo y así embolatar el tema de la corrupción, lo cierto es que la Fiscalía y la Procuraduría están investigando este nuevo hecho de corrupción que desdibuja a un gobierno que ha mostrado su interés particular por mantenerse en el poder, dejando una estela de desconfianza y oscuridad.
Por otra parte, el Senador Luis Fernando Velasco comenta que es evi-dente que una prioridad del gobierno es mantener los subsidios con los cuales tiene la posibilidad de acercarse a unos ciudadanos y convencerlos para que voten el referendo.
Y frente al tema de la impopularidad, al gobierno y su carrera reeleccionista no le quedó de otra que reducir pírrica-mente el valor del combustible frente a la amenaza de un paro camionero, una acción demagógica que pone en evidencia su política clientelista y asistencialista.
Omaira Morales.