Los constantes retrasos de pagos de las entidades de los regimenes subsidiados y contributivos, tienen en serios problemas a los hospitales de segundo nivel del departamento.
Al hospital del Espinal, por ejemplo, las empresas prestadoras de salud le deben siete mil millones de pesos, mientras que en otros hospitales, la deuda jamás baja de 700 millones, razón por la cual sus trabajadores, contratistas y proveedores sufren de "retrasos crónicos constantes" en sus pagos, que literalmente se le salen de las manos a los directivos.
El departamento cuenta con siete centros hospitalarios calificados en segundo nivel, ubicados en Honda, Líbano, Espinal, Lérida, Chaparral, Purificación e Ibagué, ciudad que cuenta con el hospital Federico Lleras Acosta que se encuentra en tercer nivel, convirtiéndose en el más importante del departamento.
Estos hospitales son vitales para la salud del millón 387 mil 641 tolimenses proyectados por el Dane para el 2010, y aunque existe el decreto 4747 del 2007 (por medio del cual se regulan algunos aspectos de las relaciones entre los prestadores de servicios de salud y las entidades responsables de los pagos) y la Ley 1122 también del 2007, que reglamenta el incumplimiento las Eps, las deudas son una constante, prácticamente incontrolable y un dolor de cabeza para los hospitales del departamento e incluso del país que no cuentan con estos recursos para su mantenimiento.
Estas normas especifican la manera como las Eps deberían cancelar los servicios a los que acceden los usuarios, dependiendo de sus enfermedades o eventos.
Sin embargo, según los involucrados, a la entidad encargada de la regulación de estas normatividades, que es la Superintendencia de Salud, le hace falta diligencia, control y rapidez para determinar sanciones contra los incumplidos.
"Con seguridad, si las Eps fueran puntuales en los pagos, estaríamos muchísimo mejor. Vivimos con un retraso constante en el pago a los contratistas y proveedores que oscila, generalmente, en los tres meses" anotó el gerente del hospital San Juan de Dios de Honda, Jorge Arturo, que suma 700 millones de pesos la deuda.
"Hay ocasiones en que nuestro hospital parecería uno de guerra porque los demás hospitales deben remitir a sus enfermos para acá porque hay muchas falencias en la red. Sin embargo, nuestro propósito es prestar un servicio eficiente, porque aquí se atienden vidas. Pero el retraso de los pagos de los servicios que les prestamos a las Eps afiliadas hace que nos colguemos con los pagos hasta en 20 días o más", anotó Arcesio Perdomo Navarro, gerente del hospital San Rafael de Espinal, que vive con una cartera de siete mil millones de pesos por cuenta de las Eps.
"Nosotros literalmente sobrevivimos, estamos subsistiendo. Nos adeudan cuatro mil millones de pesos porque nuestra situación financiera no dista de la de los demás hospitales del Tolima que viven retrasos constantes de los pagos no solamente de las Eps sino incluso del mismo Estado", subrayó Milver Rojas, gerente del Nuevo Hospital La Candelaria de Purificación.
Y aunque los hospitales cuenten con apoyo gubernamental para hacer inversiones, estos retrasos además de generar demora en la cancelación de deudas, también frena las inversiones que podrían hacerse en el mejoramiento de los mismos.
"Es evidente que existe un incumplimiento de la ley en estos casos y hace falta prestar más atención a este tema que imposibilita a los hospitales para que cuenten con un buen flujo monetario que les permita especializarse y ampliar, por cuenta propia, su portafolio de servicios" concluyó Diego Escobar Guinea, secretario de Salud del departamento, quien no es ajeno al tema.
"Estamos trabajando en cambiar"
Óscar Hernández, el nuevo gerente de Caprecom regional Tolima, la Eps más endeudada con la red hospitalaria pública, reconoció los problemas y comentó:
"estamos asumiendo las responsabilidades pertinentes y haciendo un esfuerzo grande para recuperar el equilibrio de nuestra empresa, porque en su historia venían siendo más grandes los egresos que los ingresos".
Agregó:
"Yo llegué hace dos meses y ya podemos ver que en el último periodo se puede certificar que en materia de pagos estamos dándole la importancia que es a la red pública y queremos que eso lo tengan en cuenta".
De acuerdo con Hernández, dos factores han hecho que Caprecom no haya podido pagar a tiempo, uno es la administración histórica de la Eps estatal con más beneficiarios del Tolima y la segunda tiene que ver con la frecuencia de las tutelas que esta debe acatar.
"Con la posición que sentó la Corte Constitucional que obviamente prioriza el derecho a la vida, toda la gente se ha ido por la vía de la tutelas que por lo general hay que cumplir de inmediato y que no están en el presupuesto, lo que nos ha afectado y ha generado un desequilibrio en el sistema, congestionado por la acción judicial.
Esto es algo que la red pública debe ver y los jueces deben empezar a tener en cuenta, sin olvidar, por supuesto, el derecho a la vida".
Carolina Vidal Cortés
TOLIMA 7 DÍAS