Colombia: Los heraldos negros del miedo
Alberto Pinzón Sánchez ARGENPRESS.info
JUEVES 7 DE MAYO DE 2009
“Que buen idioma el mío, que buen idioma heredamos de los conquistadores torvos. Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, fríjoles, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo s e lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de los barbas, de los yelmos, de la herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo…Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… se llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.” (Pablo Neruda Confieso que he vivido. 1974. Página 75)
Miedo, recelo, aprensión, turbación, desconfianza, desasosiego, ansiedad, angustia, perturbación, pánico, susto, espanto, sobresalto, pavor, pavura, rebato, intimidación, amenaza, temor, estremecimiento, julepe, espantada, horror, agobio, preocupación, pánico, y el tan colombiano “culillo” parecido al caló “canguelo” (apestar) que recuerda el aflojamiento involuntario de esfínteres producido por el miedo. Riqueza de palabras y matices, que el colonialismo científico noratlántico ha pretendido empobrecer y reducir a las dos únicas palabras “científicas” con que cuenta su germanía: “angst” (miedo existencial) y “anxiety” (manifestación fisiológica corporal del miedo).
Pero ya está comprobado en laboratorio, que el miedo es una emoción cerebral básica (primitiva) e innata generada por neuro-trasmisores, que responde a un esquema biológico adaptativo de supervivencia de los animales y los lleva a enfrentar como un todo orgánico la amenaza a su integridad o a huir de ella. Y que en los humanos adquiere una connotación afectiva o psicológica, la cual, al ser contextualizada por la cultura se torna Social. Un ejemplo son las fobias: miedo al ridículo, a los recintos cerrados, al fin del mundo, a las muchedumbres, al sexo, al infierno, a los homosexuales, ect, y, que no se da en los animales. En esta dimensión se da el nivel político que ha tenido desde siempre el miedo como instrumento de control y dominio político. Desde que Homo Sapiens apareció en este valle de lágrimas llamado tierra.
La Historia de la humanidad desde sus orígenes hasta la actualidad, da ejemplos floridos del dominio social y la explotación construida sobre el miedo: partiendo del Patriarcado religioso relatado en la Biblia, (¿han leído el Apocalipsis?), los imperios de Mesopotamia y Egipto, el esclavismo del mundo griego y romano, la esclavitud generalizada de las aldeas de China y del pavoroso mundo Maya-Azteca e Inca, el Feudalismo europeo o Japonés, el Capitalismo, el colonialismo y su expresión suprema el Imperialismo con sus guerras mundiales y su Nazi- Fascismo, seguido del pánico anticomunista de la guerra fría y la teoría de que un Estado sin enemigos es un Estado débil, que mientras el Estado tenga enemigos internos la sociedad tendrá miedo y por consiguiente el Estado estará a salvo; no han sido otra cosa que el “Imperio del miedo”.
El mismo “metus” del Imperio romano descrito con minucia como forma de dominación social y control político, por los más diversos filósofos, tratadistas, novelistas, escritores y toda suerte de artistas, desde la antigüedad hasta nuestros días. Maquiavelo y luego Hobbes, lo sistematizaron y elevaron a precepto de la ciencia política “moderna” y Göbbels, el jerarca Nazi, utilizando los últimos conocimiento de la época sobre la psicología de masas y la influencia de los medios de comunicación, montó todo el aparato Hitleriano de Propaganda y exterminio de judíos y comunistas y de dominación mundial por mil años, sobre uno de sus principios básicos: “El miedo es la única emoción que siempre perdura y paraliza”. ¿Hay acaso algo que produzca más miedo que la sensación de asfixia inminente dentro de un cubo de agua, que los torturadores mandados por el Presidente Bush llamaron “técnicamente” en su neo-lengua “el submarino anti-terrorista”?
Pues bien, la crisis global del Imperialismo no ha llegado sola o aislada. Precisamente la globalización neoliberal de la que hicieron una religión con el dios “free market”, aquel que nunca reparó en las consecuencias tardías en la sociedad y en la ecología producía el apetito voraz por la ganancia inmediata. Hoy reciben la factura que les hace llegar la madre naturaleza de muy diversas formas. Una de ellas, la más benigna por ahora, es la circulación de virus mutantes e híbridos de gran virulencia, entre humanos y animales. La producción industrial globalizada y masiva de animales para consumo humano mundial producida en establos inmundos, gallineros hediondos, y chiqueros o marraneras infernales de materia fecal, trabajados en las condiciones más antihigiénicas posibles y con la fuerza de trabajo más mal pagada del tercer mundo, ha gestado las condiciones para la transmisión oral-fecal y el “salto evolutivo vertiginoso” de que hablan los especialistas. Ya no es el virus del sida, el ébola, de la espongiosis cerebral de las vacas-locas, o la gripa de los pollos chinos.
De pronto y al parecer en unas hediondas porquerizas de la Granjas Carroll, situadas en la Gloria estado mexicano de Veracruz, al amparo del TLC una filial de la multinacional pecuaria y mayor productor de cerdos en el mundo la Smithfield Food, surgió un virus mutante que rápidamente fue bautizado como gripa porcina y se expandió por el mundo globalizado, aumentando el miedo y la incertidumbre a la crisis económica y ambiental mundial. Gobiernos y países se preparan para detener la pandemia viral y del miedo. Por ahora la crisis del desempleo y la destrucción de puestos de trabajo de la crisis económica global ha quedado tapada, y en Colombia, ha servido para ocultar los sórdidos escándalos de Terror del Estado que ellos llaman falsos positivos, de nepotismo de los hijos del Presidente, del espionaje oficial a jueces y la oposición política que tienen acorralado al Presidente Uribe Vélez. Y el intercambio humanitario ha sido enviado a un segundo plano.
Por ejemplo, varios días antes de que llegara el virus a Colombia, el Gobierno con un claro fin de manipulación y control político, y sin tener en cuenta la infraestructura sanitaria colombiana totalmente privatizada por la Ley 100 de Uribe, ni la red de laboratorios con su máximo de referencia, el instituto nacional de salud desmantelado y corrompido por la burocracia uribista, ni las existencias de antivirales o de otras drogas para las complicaciones o vacunas inexistentes para las vacunaciones, o de tapabocas que deben comprar las personas con su propio dinero, o incluso el pobre nivel nutricional y de saneamiento básico (agua y alcantarillado) en que se debaten los pobres en Colombia; decretó oficialmente la situación de desastre sanitario y claro, apropió las gruesas sumas de dinero “necesario” para enfrentar al terrible enemigo, que valga el pleonasmo, no conoce el miedo, presentando ante su aparato de propaganda con experticia militarista, su propia versión Contra-insurgente y terrorífica de la estrategia anti-viral:
“Una estrategia centrada en la identificación y el aislamiento de la cepa pandémica en la zona del brote, seguidos de una masiva administración de antivirales, jornadas masivas de vacunación, pero sobre todo un gran dispositivo de terror social anunciando suspensión de clases en escuelas, colegios y universidades, cambio en los horarios en las oficinas publicas y privadas y la suspensión de todas las reuniones colectivas y cuarentena pública”.
¡Parece increíble pero no lo es! En Colombia además de la contribución a las fabulosas ganancias que están haciendo las multinacionales farmacéuticas globales dueñas de la patentes de las drogas antivirales; se implementa y se da un paso más en la experiencia inédita de manipular el miedo social para aumentar el control político hacerse reelegir y conservar eternamente el Poder en una sociedad totalmente desconcertada y perturbada, que se pudre lentamente ante los ojos indolentes de la comunidad mundial. Más que antivirales, tapabocas, vacunas y cuarentenas, Colombia lo que necesita con urgencia es una solución amplia y democrática al fascismo que la tiene atenazada. Y para esto se requiere no tenerle miedo al miedo.
Foto: Colombia – Alvaro Uribe, presidente de la República. / Autor: Miguel Ángel Solano